¿Por Qué La Economía Mundial Debería Adoptar Un Modelo Circular?

Vivimos en un mundo globalizado que de manera constante se transforma en aras de poder suplir las necesidades de las personas, donde diariamente surgen nuevos emprendimientos y negocios que buscan ofrecer posibles soluciones a los problemas de nuestra vida cotidiana. Ante un problema como el cambio climático, es indispensable que tanto los emprendimientos nuevos que surgen, como las empresas ya consolidadas, empiecen a implementar medidas que les permita ser más sostenible en su operación, lo que nos lleva a la pregunta que quiero darle respuesta en este artículo, ¿por qué la economía mundial debe adoptar un modelo circular?

En primera instancia, quiero hacer un resumen de lo que significa la economía circular. Este tipo de modelo económico lo que busca es mantener la mayor cantidad de tiempo posible los productos y/o sus materiales dentro del ciclo de producción, reutilizándolos, reparándolos o finalmente reciclándolos, con el objetivo de extender el ciclo de vida de los productos. Esto es muy diferente al modelo económico lineal actual que existe en la mayor cantidad de empresas, donde los productos se producen sin contemplar una utilidad adicional una vez han cumplido su ciclo de vida.

En ese orden de ideas, creo yo que la respuesta a la pregunta que busco responder en este artículo está implícita en la definición de economía circular, sin embargo, quiero profundizar en algunos puntos. En primer lugar, es importante que conozcamos un poco más del sector industrial en el mundo, cuales son sus impactos a nivel ambiental, social y económico, lo cual permitirá tener un fundamento para asegurar que el mundo necesita pasar de un modelo de economía lineal a uno circular.

De acuerdo con la International Energy Agency (IEA), en el año 2018 el sector industrial consumió 2.839.313 ktoe (thousands tons of oil equivalent) de energía, ocupando el segundo lugar en mayor consumo de energía en el mundo después del sector transporte, lo que deja entrever la magnitud en cuanto al consumo de energía que tiene el sector industrial hoy en día. Este consumo desmedido se ve directamente relacionado con las emisiones de gases efecto invernadero hacia la atmósfera, lo que ha desencadenado los efectos del cambio climático que ya conocemos actualmente.

Precisamente si hablamos sobre esas emisiones, Our World In Data asegura que las emisiones de gases efecto invernadero emitidas en el año 2016 a nivel global fueron de 49.4 billones de toneladas de CO2 eq, donde las emisiones correspondientes al sector industrial se podrían dividir en dos partes. El primero, las emisiones asociadas a los procesos industriales como tal que incluye la producción de cemento y la producción de petroquímicos y químicos, representó el 5.2% de las emisiones totales en el año. El segundo grupo, es el consumo de energía asociado al sector industrial, el cual es el más representativo de los dos, que para ese año representó el 24.2% de las emisiones totales de gases efecto invernadero a la atmósfera.

Como podemos ver con estos datos, la contaminación generada por la industria a nivel mundial es sumamente alta, sin embargo, el problema no se radica solamente en el consumo de energía asociado a la producción de bienes y servicios, sino también en los desechos generados a partir de dichos procesos. De acuerdo con el Banco Mundial, en el mundo se generan anualmente alrededor de 2.01 billones de toneladas de desechos sólidos, donde alrededor del 33% no es gestionado de una manera ambientalmente segura. De acuerdo con estas estadísticas, se estima que para el año 2050, los desechos podrían llegar hasta 3.4 billones de toneladas anuales, lo cual es altamente preocupante a nivel ambiental.

Ante este panorama, un poco desolador debo reconocerlo, es indispensable que en el mundo empecemos a adoptar el modelo de economía circular en la producción de bienes y servicios, puesto que al prolongar la vida útil de los productos y manteniéndolos la mayor cantidad de tiempo posible dentro del mercado, estamos reduciendo de manera considerable la necesidad de adquirir productos nuevos y por consiguiente, reducir la producción de los mismos.

Al adoptar un modelo circular, reducimos la demanda de productos, lo cual le implicará a las empresas reducir la cantidad de energía que utilizan para la producción y por ende, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Existe un concepto bien interesante que surge en este aspecto y que está empezando a coger fuerza en algunas partes del mundo y es el Decrecimiento, lo cual busca promover estrategias para promover la disminución regulada y controlada de la producción de bienes y el consumo de energía, con el fin de fortalecer el equilibrio entre la relación que tenemos los seres humanos con la naturaleza.

Migrar hacia una economía circular es indispensable para la sociedad, puesto que, si seguimos con el modelo actual de producir y desechar, llegará un punto en que se volverá incontrolable, y no habrá lugar para disponer la cantidad de desechos que habrá en el mundo. Por eso mi invitación es a que apoyes emprendimientos de economía circular, a que prolongues la vida útil de los productos que consumes y que reduzca la compra de bienes innecesarios. Sólo de esta manera podremos cambiar el rumbo al que nos dirigimos.

Si deseas aprender más sobre economía circular, aquí en Energía y Sostenibilidad encontrarás más artículos sobre el tema. De igual manera puedes dejarme un comentario o enviarme un mensaje y con gusto te responderé.

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Sobre Javier Areniz Flechas

Mi nombre es Javier Areniz y soy el autor/creador de ENERGÍA Y SOSTENIBILIDAD. Debido a mi experiencia personal y profesional, he aprendido la importancia de llevar una vida más sostenible, que permita contribuir a reducir los efectos e impactos generados por el cambio climático.

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